Cosas que odio de Magic

Hola de nuevo, gente Magic. Hoy os presento un nuevo e interesante artículo sobre situaciones que suelo vivir día a día con las Magic y que me sacan bastante de quicio. Seguramente, de todas las que se me han ocurrido, me dejaré alguna en el tintero, así que si tras leer este artículo os acordáis de algunas cosas que os molesten a vosotros y os haya pasado, podéis ponerlo en vuestros comentarios correspondientes. Sin más dilación, comienzo.

Odio las cartas que contrarrestan. Lo que más odio es cuando al fin sacas una carta interesante y la lanzas, no te has percatado de que tiene suficiente maná para contrarrestártela (sabiendo que su baraja es de contrarrestar). Aunque en éste punto lo que da más coraje es ver que tiene solo dos manas enderezados y pensar “bah, no tiene para contrarrestar”, lanzar tu carta maestra y… ZAS, contrarrestar con coste de DOS manás.

Odio cuando mi contrincante se regodea y no me deja conceder ya que quiere “hacerlo bien” o cuando con un solo movimiento puede vencerte y hacer mil movimiento que puede hacer en ese momento, como para darte bien en toda la boca.

Odio cuando mi contrincante roba y enseña su baraja a un compañero y los dos ríen con malicia o el compañero dice: “Ufff”, dándote a entender que lo tienes jodido, MUY jodido.

Odio necesitar solo un maná para jugar algo y salirme cartas de coste muy alto, o al revés; odio tener mucho maná, no tener mano y robar solo tierras.

Odio atacar con una criatura, digamos 20/20 y que sea bloqueada turno tras turno por una 1/1.

Odio cuando tengo criaturas que vuelan y mi contrincante también.

Odio sacar una carta buena de criatura que llevaba toda la partida esperando poner y que me la destruyan con un instantáneo.

Odio cuando destruyo una criatura equipada y el equipo no muere y es equipado a otra criatura de mi contrincante.

Odio la frase: “En respuesta…” o “A comienzo de tu mantenimiento…”.

Odio cuando digo tras que me haya atacado mi contrincante “¿Voy?” y que él me responda: “No, no vas”, tajantemente.

Odio tener una carta que sirve para destruir criaturas que no sean verde (por ejemplo) y que la baraja de mi contrincante sea totalmente verde.

Odio las “chispitas” y relámpagos por sorpresa.

Odio que me hagan descartar “al azar”.

Odio tener cartas cuya habilidad sea destruir criaturas de un tipo y mi contrincante no la tenga.

Odio cartas con protecciones a un color que mi contrincante no posea.

Odio no acordarme de cartas que tengo en el cementerio con la habilidad de “Desandar” o “Desenterrar”.

Odio cuando alguna vez se me ha olvidado robar o enderezar.

Odio cuando mi contrincante me señala que “eso no se puede hacer”.

Odio cuando me enfrento a mi propio mazo (si no salgo victoriosa, claro. Aunque aún así, sigue molestando).

Odio los mazos “tricolores” por aquello de que tengas la suerte de que te salgan el maná de cada color.

Odio la habilidad de “Infectar” y los contadores de veneno.

Odio que me bloqueen una criatura, la mía se muera y la suya no.

Odio las cartas con la habilidad de “Exiliar” ya que no está ni en el cementerio.

Odio no haber tenido casi nunca la oportunidad de usar la 3ª habilidad de “Liliana Vess”.

Odio perder rápidamente.

Odio algún que otro Draft donde apenas jugué tres partidas.

Odio tener que esperar más de diez minutos a mi contrincante cuando aún no ha hecho nada ni ha dicho nada y se crea un silencio un tanto incómodo.

Odio cuando dejo que me entre el ataque de una criatura 2/2 y que mi contrincante la infle +1+1 por cada tierra que controla y que de repente se haya convertido en una 9/9 ,o que le añada alguna carta a la criatura en cuestión que dé +2+0 y gane la habilidad de Arrollar.

Odio cuando una carta tiene prisa en el primer turno, tú no tengas nada con qué defenderte y, para colmo, la infle.

Y, por último, que casi se me olvida y es la que más odio de todas… ODIO PERDER POR MILLING (baraja que consiste en mandar la tuya al cementerio poco a poco y casi en cada turno). Y, encima, mientras las vas poniendo en el cementerio, comprobar cómo se van todas y cada una de las cartas que podían darte la partida (tanto criaturas como tierras).

Bueno, espero sinceramente que os haya gustado esté pequeño artículo, ya que hoy no ocupa mucho pero es que no recuerdo mucho más. Ya sabéis, no dudéis en poner cosas que vosotros no soportéis también.

Un saludo.